Isla Mljet…embarque hacia un monasterio oculto en un islote, recorra senderos a la sombra de los pinos, saboree una parrillada de pescado al borde de una bahía intima y recogida donde solo unas cuantas casas le disputan la tranquilidad a las gaviotas, descanse sobre la fina arena de una playa bordeada de tamariscos, olvide el barullo de la costa… MIjet, una isla escarpada, verde, arbolada y con una rica fauna, le permite hacer todo esto y mucho mas. 37 kilómetros larga y 3 kilómetros ancha, está situada en la zona más meridional de Croacia, al oeste de Dubrovnik, el destino turístico croata de más renombre.
El Parque Nacional de mismo nombre está situado en la parte occidental de esta isla que muchos consideran la más bella del Adriático. La característica principal del Parque son sus dos ensenadas, Veliko jezero (el Lago Mayor) y Malo jezero (el Lago Menor), a los que muchos llaman lagos porque sólo un estrechísimo paso les une con el mar. La isla también es conocida por su rica y diversa vegetación mediterránea. La isla de Mljet ofrece a la par una rica herencia cultural. El ejemplo más impresionante es el complejo del Convento benedictino del siglo XII. El Convento se encuentra en un islote en medio del Lago Mayor, rodeado de un paisaje mediterráneo. A lo largo de los siglos fue el escenario en el que fueron redactadas numerosas crónicas, tratados y obras literarias, que actualmente representan una valiosa herencia de la historia y la cultura croatas. En el complejo del Convento se encuentra asimismo la Iglesia de Santa María, que merece nuestra visita. En la localidad de Polace se han conservado los restos de un palacio romano y las fortificaciones. Observados desde el aire, el Lago Mayor y el Lago Menor de verdad parecen lagos, aunque realmente se trate de dos ensenadas. Puesto que el cauce que los une con el mar abierto es muy estrecho y llano, la temperatura del agua en los lagos es muy superior a la del mar abierto. La zona rocosa del Parque Nacional, de cara a mar abierto, impresiona por sus acantilados, cuevas y escollos.
Casi toda la superficie continental del Parque Nacional está cubierta por un tupido pinar mediterráneo, que especialmente al atardecer se muestra en toda su espléndida belleza. Largas caminatas y las rutas en bici a lo largo y ancho de las dos costas de la isla son la forma favorita de los visitantes del Parque Nacional de aprovechar el tiempo libre. Varios senderos los llevan hacia el pintoresco pueblo de Govedari. También podéis pasar del Lago Mayor al Lago Menor andando por un viejo puente. Con el fin de preservar la naturaleza, los yates y los barcos turísticos sólo pueden llegar hasta la entrada del estrecho Soline, que abre el camino a las ensenadas del Lago Mayor y el Lago Menor. Por los lagos sólo pueden navegar los barcos del Parque Nacional, igual que las piraguas y las canoas o los barcos de los pocos habitantes de esta zona de la isla.