En la edad media Pazin dependía de los obispos de Porec. Es la localidad que mas veces cambio de manos entre 1380 y 1766; durante ese periodo, Pazin perteneció a 22 señores diferentes. Los últimos fueron los Montecuccoli de Modena, hasta 1945. El recordé de longevidad alcanzado por esta dinastía se debió en parte a la rivalidad entre la Republica veneciana y la corona de Austria. Las disputas por controlar esa región central, situada en el cruce de caminos entre Trieste y Porec, se explica, según Tomazzini, obispo de Novigrad, porque “esta Ileno de trigo y vinos finos, y ganado tanto pequeño como grande. El castillo es muy seguro por estar construido sobre un pitón rocoso encima de un barranco que fascina y aterroriza a la vez….” El legendario Mathias Sandorf, que Julio Verne convirtio en un héroe de novela, consiguió escapar de la torre del castillo con todos sus cómplices y desaparecer en los meandros del fiordo de Lim.
Quizá se inspirara en esta leyenda la resistencia contra el fascismo italiano, que convirtió Pazin en el núcleo central de sus actividades.