Dentro de la economía croata la actividad turística aporta grandes recursos al país y desarrollo de turismo de Croacia progresa de año en año. Los inicios del turismo se remontan a la segunda mitad del siglo XIX, en coincidencia con las tendencias existentes en Europa en general. Ya en los años ’70 del siglo XIX médicos croatas y austríacos publicaron varios libros y folletos referidos a las bondades de las localidades adriáticas croatas, que fueron recomendadas como centros ideales para la convalecencia, la rehabilitación y el descanso veraniego. Así se construyeron en ese período los primeros hoteles en la costa del Adriático septentrional (Opatija. Rab, Crikvenica, Losinj).
Las primeras guías turísticas fueron editadas en 1888 por las sociedades dedicadas a dicha actividad en Opatija y Loinj. Después de la Primera Guerra Mundial el turismo alcanza grandes proporciones, situándose numéricamente junto a los veraneantes croatas, los provenientes de Austria, los checos, los eslovenos y los húngaros. En los años ’30 veraneaba anualmente a lo largo del litoral adriático alrededor de un millón de turistas. Concluida la Segunda Guerra Mundial, la actividad turística se desarrollo conforme a la expansión observada en todo el continente europeo, con la construcción de hoteles, campings y complejos turísticos diversos, prestándose también gran atención al turismo náutico para el cual se construyeron puertos deportivos de importancia.
Los ingresos del turismo provienen principalmente de la actividad en tierra firme, pero también las islas, pese a su menor capacidad hotelera, brindan un aporte importante, principalmente por las numerosas excursiones que atraen a los veraneantes. A lo largo de la costa existen centros que permanecen abiertos durante todo el año debido a la realización de convenciones, a la actividad en instituciones deportivas y al turismo sanitario.
En forma creciente también en la Croacia continental se desarrolla la actividad turística. Centros invernales, turismo rural, actividades recreativas de diverso tipo atraen a un número creciente de croatas y extranjeros, inclusive en el invierno. El turismo terapéutico y la realización de congresos dan vida ininterrumpida a centros termales que ya eran conocidos como tales en tiempos de Roma: Daruvar (Aquae Balissae), Krapinske Toplice (Aquae Vivae), Varždinske Toplice (Aquae Jasac), Topusko, Lešće, lstarske Toplice (cerca de Motovun), Bizovac (en Eslavonia), Dakovačka Breznica, y las termas de Stubice, Tuhelj, Sutinske Toplice, Ceiunlake Toplice y las de Novi Marof, estas últimas en Hrvatsko Zagorje. El turismo invernal se desarrolla en Platko, Bjelolasica y Medvednica, donde existen pistas de esquí.
Turismo de caza y pesca en Croacia
La oferta turística croata incluye también los cotos de caza, de los que se encargan asociaciones locales de cazadores, que en muchos casos tienen una larguísima tradición. Para los cazadores extranjeros existen facilidades que brindan precisamente estas entidades, gestionando los permisos correspondientes, alojamiento y asistencia profesional. La a actividad está regulada, de tal modo que los aficionados pueden satisfacer sus intereses, Pero también se protegen las especies y el medio ambiente. Siempre existen ciervos, jabalíes, liebres, corzas, faisanes, perdices, patos silvestres, becadas, etc. En ríos, lagos naturales y artificiales, y ciertamente a lo largo de la costa marítima está sumamente desarrollada la pesca deportiva, sin embargo es necesario que los aficionados se informen previamente sobre las condiciones necesarias, generalmente relacionadas con cada época del año. Últimamente se está desarrollando también el buceo y la pesca submarina, que en Croacia tienen condiciones ideales y de gran variedad, debido al desarrollo de las costas, la diversidad de las profundidades, la existencia de cavernas submarinas, etc. Existen varios miles de formaciones espeleológicas y de verdaderos monumentos naturales geomorfológicos (35) los cuales son auténticos focos de atracción para quienes disfrutan en estas actividades. En tierra firme, también abundan las cavernas y la más larga de ellas es la Medvedica, en Ogulin (16.396 m)