Hemos estado 9 días en Croacia, vuelo de ida desde Zagreb y vuelta desde Dubrovnik. Nos daba un poco de miedo viajar en autobús por si las comunicaciones eran escasas, pero para nada, hay muchísimos autobuses que conectan ciudades/pueblitos entre ellos, y en casi todos los sitios tienen consigna por si pasas el día por ahí y no tienes donde dejar el equipaje. Muy cómodo.
Aquí va un resumen de nuestro viaje:
Llegamos un 15 de agosto a Zagreb, de noche. Habíamos reservado noche en un albergue al lado de la estación de autobuses porque no tenemos intenciones de quedarnos en Zagreb, y así poder coger pronto el autobús la mañana siguiente hacia los lagos de Plitvice. Esta y la última noche son las única que reservamos. El resto de noches no merece la pena reservar por dos razones: la primera para poder ir a tu aire, decidiendo en cada momento donde quieres pasar la noche y la segunda porque es facilísimo encontrar alojamiento el mismo día, hay muchas sobes (habitaciones de gente que las alquila para turistas) y no son nada caras.
Por lo tanto, el primer día comienza con los lagos de Plitvice, el 16 de agosto.
1 día: Plitvice y Zadar. Los lago de Plitvice: Increíble. Imprescindible visita si vas a Croacia. Con carné de estudiante te hacen de unos 10 euros!! Aun así, pagaría esos diez euros más si hiciese falta. Hay distintos recorridos y elegimos el más largo, el recorrido H, que comienza en la 2da entrada y te sube en autobús hasta el punto más alto del recorrido y tu bajas andando hasta llegar a los lagos bajos, donde coges un barquito que te llevara por el lago más grande. El recorrido largo se hace en 4-6 h. Nosotros lo hicimos en unas 4.30, relajados, parándonos a comer, sacándonos fotos, descansando… Hay que tomárselo con calma. Lo peor: la gente. Esta lleno de turistas, por eso se aconseja ir a primera hora de la mañana. A las 18.00 de la tarde cogemos bus hacia Zadar.
Llegamos a Zadar a las 20.00 y vamos en busca del albergue. Un hombre al que paramos para preguntar la calle parece que no tiene nada que hacer, así que nos acompaña hasta la puerta del albergue. La gente es encantadora. El albergue esta en el centro así que nos damos una ducha rápida y salimos a conocer las calles de Zadar por la noche. El órgano del mar y el saludo al sol, dos cosas que hay que ver (y escuchar) si estas en Zadar. Lo malo que no llegamos al precioso atardecer 🙁 .
Día 2: Dugi Otok. Madrugamos y cogemos el primer Ferry a la isla Dugi Otok. El pueblo donde nos deja el ferry es Brbing. El hombre majo de ayer y la simpática chica del albergue nos recomiendan ir aquí, para poder visitar la playa de Sakarum. Cuando llegamos, cogemos un autobús que nos lleva a la playa. Muy bonita, aguas claras, se ven los pececillos debajo del agua y hay dos chiringuitos donde poder comer o tomar algo. Luego damos una vuelta por los alrededores, hay un montón de calas por donde perderse. Una pasada. Íbamos a volver a las 4 de la tarde a Zadar para irnos a Sibenik, pero decidimos quedarnos hasta el ferry de las 8, para poder darnos un bañito más y tomar algo en los chiringuitos. Llegamos alas 21.30 a Zadar, sin alojamiento y muertos de sueño. La del albergue anterior nos busca otro albergue (ellos están llenos), a unos pocos minutos del centro. Perfecto. Y otra vez, nos quedamos sin ver el atardecer en Zadar!!
Día 3: SIbenik y P.N. de Krka. Volvemos a madrugar para coger autobús a Sibenik. Dejamos las mochilas en un albergue al lado de la estación de bus: Bonito y barato. Si Zadar nos gustó, este pueblito acogedor todavía nos gusta más y me da la sensación que conforme vayamos bajando la costa cada sitio va ser más bonito. Y no me equivoco. Damos una vuelta cortita por Sibenik y cogemos bus hacía Skradin, el pueblo donde se cogen los barcos que te llevan al Parque Nacional de Krka. Tiene un solo recorrido y es corto, lo haces en 2 horas con muuucha calma, y luego tienes todo el tiempo del mundo para bañarte junto a la cascada (es la ventaja que tiene frente a Plitvice). Volvemos a Sibenik hacia las 7 de la tarde, y por fin logramos ver un atardecer tranquilos, sentados al lado de unos abuelotes que pescan. Precioso.
Día 4: Sibenik, Trogir, Split. El autobús a Trogir lo cogeremos a las 12, asi que tenemos tiempo para volver a ver Sibenik y perdernos en sus calles. Trogir es un pueblito precioso, que se ve en 2-3 horas y también tiene esas callejuelas en las que poder perderte, muchas tiendas y terrazas. Comemos por ahí y nos vamos hacia Split.
En Split no tenemos problema para encontrar sobe (conseguimos dormir al lado de la estación de bus por 15 euros cada uno). En ciudades como Split o Dubrovnik es mas barato una sobe que cualquier albergue. Dejamos las mochilas y vamos a visitar el Palacio de Diocleciano. Me encanta, las calles son estrechas y llenas de terrazas que le dan una vida muy alegre al centro. Te pierdes por una callejuela, llegas a otra todavía más estrecha y cuando crees que ya no hay salida, ésta desemboca en un patio con un restaurante. Que bien que la vuelta volvemos de Split, tendremos otra noche más para perdernos por esta ciudad encantadora.
Día 5: Mostar. Madrugamos muchísimo para coger el primer bus a Mostar. 4 horas de viaje. Nos bajamos en la estación que esta más lejos y tenemos que pedir un taxi al albergue que tenemos fichado. Se nota la diferencia de precios entre Bosnia y Croacia. Pasamos todo el día en Mostar, aunque se puede ver en una mañana o tarde, pero después de la paliza de viaje nos merecemos verlo con tranquilidad, comer y cenar por ahí (hay que probar el cevapi) y tumbarnos un rato al lado del río. Vemos el bazar, los puestitos al lado del puente de Stari Most y el propio puente. Muy bonito, ha merecido la pena el viaje hasta aquí. Un ambiente completamente distinto, las casas tienen las secuelas de la guerra y se nota la calidad de vida respecto a Croacia. Me sorprende tanta mezquita, una pena no haber leído antes la historia de Bosnia.
Si tuviésemos un par de días más, subiríamos a Sarajevo, pero queremos conocer Dalmacia bien, así que lo dejaremos para otra ocasión.
Día 6: Dubrovnik. A las 7.00 cogemos el bus a Dubrovnik. Ya me habían avisado que el viaje sería largo: 150km en 4 horas. Importante llevar en regla los pasaportes. Llegamos a Dubrovnik y encontramos sobe a la primera, no muy cerca del centro pero si de una playita muy mona a la que vamos por la mañana. También hay muchas calas cerca de esta playa. Menudo acierto haber comprado las gafas de bucear (compraros tubo también!!). Descansamos al solete y volvemos a ver pececillos graciosos entre las rocas. Comemos y nos vamos prontito a la ciudad amurallada. Preciosa, muy bonita. No subimos alas murallas pero nos quedamos con las ganas, tienen que ser muy bonitas las vistas desde ahí arriba. Lo peor: esta abarrotada de turistas. Nos recorremos todo el centro y echamos unas cañas en un bar que esta en una cala, no es barato, pero nos damos un capricho. Una pena que haya tanta nube porque el atardecer sería precioso. Cenamos en una pizzería que hay en una calle estrechita y luego nos tomamos un mojito en otra.
Día 7:Isla de Mljet. Cogemos el ferry que lleva a Mljet, a las 9.15 de la mañana. Para las 8.30 estamos haciendo cola, ya nos han avisado que hay mucha gente, ya que es el único ferry en todo el día. Decidimos ir al pueblo de Polace para visitar el Parque Nacional de Mljet. Llegamos a las 11 y no tenemos problemas para encontrar sobe. 100 kunas cada uno, unos 13 euros. Majísimos, nos dejan utilizar la cocina y la habitación tiene una terraza con vistas al mar. Compramos los billetes y vamos al lago. El parque nacional de Mljet es un lago gigante salado (en realidad son dos) rodeado de bosque, que en medio tiene una islita con un monasterio. Mucha gente se recorre el lago en bici, nosotros optamos por ir a pie. Luego cogemos el barco que nos lleva a la minúscula isla y comemos en una de las terrazas, después nos bañamos en los alrededores. Visitamos el lago pequeño y terminamos de dar la vuelta al lago mayor. El recorrido alrededor del lago mayor calculamos que serán unos 14km. Un sitio precioso, muy tranquilo, nada masificado de turistas y perfecto para relajarte después de muchos días de ajetreo y turisteo. Mljet es una isla para quedarse días y recorrerla entera.
Día 8: Korcula. Cogemos el ferry de ayer, ya que su recorrido es: Dubrovnik- Sobra(mljet)- Polace (Mljet)- Korcula- Lastovo. Nos bajamos el Korcula y vamos en busca del albergue. Dejamos las mochilas y nos relajamos en una playa cerca del albergue. Comemos ahí y vamos paseando hasta la parte vieja. Pensaba ver más turistas pero nos encontramos con un pueblito tranquilo. Me recuerda mucho a Dubrovnik pero más pequeño. Me gusta mucho. Está el museo de Marco Polo, que no entramos, pero las tiendas tienen cosas bonitas y aprovechamos para comprar suvenirs. Nos tomamos una caña y cuando vamos a elegir donde cenar nos cae la gran tormenta, así que taxi y al albergue, cocinaremos algo ahí.
Día 9: Hvar y Split. No teniamos pensado nada para este día, íbamos a coger el ferry hacia Split y pasar el día ahí. Nos damos cuenta que todos los ferrys paran en Hvar, así que decidimos madrugar mucho, coger el ferry a las 6.00 y pararnos en Hvar. A las 17.30 cojeremos el ferry de Hvar que nos llevará a Split. Gran acierto. Tenía a Hvar infravalorada por la cantidad de turistas que hay y no me llamaba mucho visitarla, de hecho no la teníamos en nuestro planing inicial. Pero al llegar tan pronto las calles están vacías y podemos pasear por el pueblo tranquilamente. Nos gusta mucho y como lo vemos enseguida, cogemos un taxi boat hacia las islas Plakenika, en concreto a la isla Jerolim, la mas cerca del pueblo. Sin duda hemos acertado con nuestra elección: unas playas preciosas, muchas calas, un agua clarisima y mucha tranquilidad. Volvemos a jugar con los pececillos que no se dejan atrapar. Volvemos hacia Hvar, en 15 minutos estamos donde el ferry y lo cogemos hacia Split.
En Split tenemos el albergue reservado, en el centro del Palacio. Ducha y vamos a dar una vuelta por la ciudad que tanto nos había gustado días atrás. Cenamos por ahí un arroz negro y pescado, es la última noche y hay que sacarle las chispas 🙂 . Pensábamos salir un poco a la noche, pero el cuerpo ya no puede más, son muchos días y el cansancio acumulado. Nos dormimos pronto y cogemos el avión al día siguiente.
Consejos: No reservar alojamiento, id viendo sobre la marcha, no hay problemas en cogerlos en el mismo día. Cambiad el dinero en Croacia, ya que el cambio sale mucho mejor que si lo haces en España. Para las playas super aconsejable calzado cerrado y para el agua, las playas son de piedrecitas y en el agua puede haber erizos en las rocas. Las gafas y el tubo también vienen muuy bien! Y sobre todo, no os pongais horarios, id con calma disfrutando de cada rincón y cada sitio, si que está bien tener una ruta pensada pero sin horarios. Nosotros teníamos la ruta pensada hasta Dubrovnik. De ahí a Split fue todo improvisado. Y sobre todo, difrutad muucho de este precioso país. 🙂 😉