Hola:
Somos una pareja que hemos estado en Croacia 10 días, entre el 12 y el 22 de septiembre. Contratamos desde aquí el alojamiento con Bookingy el coche de alquiler con Rentalcars. Tal y como recomienda Mario, un apartamento lo escogimos entre Dubrovnik y Split (Orebic, península del Peljesac) y el otro entre Split y Zadar (Brodarica, al lado de Sibenik).
12 de septiembre: mucho sol y calor. Vuelo desde Barcelona a Dubrovnik. Recogemos el coche de alquiler y nos dirigimos a Dubrovnik para comer. Aparcamos sin problemas y comemos en una konoba por el centro. Se nos olvidó cambiar en el aeropuerto y nos aceptaron euros sin problemas. Nos tomamos un café en Placa tranquilamente viendo pasar a la gente y después nos dirigimos hacia nuestro primer apartamento en Orebic. Se nos hizo de noche por el camino, en Croacia anochece muy pronto, sobre las siete, además la única carretera que hay no te permite ir muy deprisa. El apartamento bien, muy nuevo y muy limpio. El dueño muy agradable y hablador, del Barí§a para más señas. Es curiosa la tremenda afición que tienen por el Hajduk Split; en casi todo el país te encuentras pintadas de la âtorcidaâ.
13 de septiembre: sol y nubes. Cogimos el ferry para Korcula desde Orebic. Nada más llegar nos dirigimos hacia Pupnatska Luka para darnos nuestro primer baño en aguas del Adriático, la playa es de piedras aunque el agua totalmente cristalina. Comimos en Korcula, en la konoba Marinero (una pasticada impresionante). La visita es rápida y la ciudad es bonita aunque quizá nos esperábamos más. Después hicimos una pequeña ruta por la isla antes de coger el ferry de vuelta. Estuvimos en Lumbarda, donde las playas son de arena. Nos pareció bonita.
14 de septiembre: lluvia todo el día. Salimos de Orebic hacia Prapatno para coger el ferry de Mljet (1 hora de camino). Quizá fue la meteorología, pero nos pareció totalmente prescindible. El ferry te deja en Sobra y tienes que desplazarte hacia la entrada del parque, la carretera es mala aunque el paisaje es muy virgen. Comimos en el único restaurante que hay en la islita del Veliko Jezzero (es caro para lo que ofrecen y hay abejas por todos lados que, aunque no pican, molestan). De nuevo en el coche nos dirigimos a Saplunara, donde hay también playas de arena, lástima que no parara de llover. Las playas son muy bonitas, eso sí, fue lo que más nos gustó de Mljet.
15 de septiembre: tormenta y después mucho sol. Camino de Dubrovnik (2 horas y algo desde Orebic) nos cayó una tormenta espectacular. Nos arrepentimos varias veces de haber escogido aquel día para visitar Dubrovnik, pero fue aparcar el coche junto a la muralla y dejar de llover. A la media hora estaba luciendo un sol precioso, así que decidimos hacer la visita de las murallas. Nos hartamos a hacer fotos, la vista es muy bonita y la ciudad desde arriba es preciosa, se ven todas las callejuelas. Comimos en Dubrovnik, disfrutamos de un pausado café en Placa y regresamos al apartamento después de un tranquilo callejeo por los rincones de la ciudad.
16 de septiembre: sol y nubes. Hicimos una relajada ruta en coche por el Peljesac: Kucisce, Viganj, Loviste. Nos bañamos en la playa de arena de Orebic y fuimos a comer a Trstenik, que es muy tranquilo y acogedor. El vino está muy bueno. Después estuvimos en Ston y Mali Ston, para ver la muralla.
17 de septiembre: sol, nubes y viento. Dejamos el apartamento de Orebic para dirigirnos al de Brodarica (4 horas de viaje). Las vistas costeras desde la carretera son preciosas y como no teníamos prisa, pues íbamos disfrutando de todos los pueblecitos por los que pasábamos. Paramos en Split, visitamos el Palacio de Diocleciano y nos quedamos a comer en el restaurante Sperun, en la zona del puerto, muy bien. Nos sorprendió la mezcla de las ruinas con el resto de la ciudad. Después de callejear un poquito nos fuimos para Brodarica: el apartamento nos encantó, era precioso. La dueña, Branka Stosic, fue muy amable y nos trató muy bien: nos facilitó multitud de información sobre sitios y cosas que ver, nos preparó unos deliciosos crepes de mermelada de mandarina y nos hizo un pequeño regalo cuando nos fuimos.
18 de septiembre: sol, pero no calor. Visitamos el parque nacional Krka por la mañana. Totalmente recomendable. Nos sorprendió y nos gustó mucho porque no le habíamos prestado mucha atención cuando preparamos el viaje y nos cogió un poco por sorpresa. Comimos algo en el parque y por la tarde nos dirigimos a Trogir. De camino paramos en Primosten a hacer un café junto a la playa. Trogir es muy bonito, con sus calles medievales, y se nota un buen ambiente.
19 de septiembre: nubes, algo de lluvia, frío. Salimos temprano hacia el parque nacional de los lagos de Plitvice, ya que teníamos 2 horas y media de camino (cogiendo la autopista). Llegamos sobre las 11 de la mañana. Todo lo que se diga del parque es poco. Hay que verlo, es totalmente imprescindible, compensa totalmente cualquier desplazamiento. Nosotros hicimos el recorrido más pequeño desde la entrada secundaria, y nos maravilló. Todo ello a pesar del frío día y de estar a mediados de septiembre: supongo que en los meses de abril o mayo el aspecto de los lagos debe ser espectacular. Comimos algo al salir del parque y regresamos tranquilamente a Brodarica a descansar.
20 de septiembre: sol, nubes, muchísimo viento. Salimos hacia la isla de Pag, con la intención de hacer una ruta visual por el paisaje casi lunar de Pag. Nos gusta mucho hacer âturismo de retinaâ, es decir, disfrutar de los paisajes que nos vamos encontrando desde el coche. El paisaje de Pag es sorprendente, árido, seco, carente de vegetación, nos recordó a la zona del Far de Favaritx, en Menorca. Hacía muchísimo viento y justo al atravesar el puente que une la isla con la península había una caravana volcada en medio de la calzada como consecuencia del vendaval. Nos chocó mucho ver cómo los policías estaban más interesados en discutir entre sí que en preocuparse por señalizar el accidente a los que veníamos por la carretera y que nos lo encontramos justo al girar una curva. Ese día visitamos Zadar, que no tiene mucho que ver, el peculiar órgano del mar y algo del centro. Eso sí, fijaos en el brillo que tiene el mármol desgastado de algunas calles, parece que las enceren a diario. Comimos en el restaurante Kornat, una manera perfecta de probar las famosas y deliciosas trufas. Después fuimos hasta Sibenik, donde visitamos la catedral y callejeamos por el centro. Se estaba celebrando una boda y tuvimos que esperar fuera de la catedral, junto a los invitados, a que salieran los novios. No paraban de cantar y de ondear una enorme bandera croata. El ambiente de fiesta era fantástico, además también se celebraba en Sibenik una fiesta medieval, con caballeros, espadas, ballestas y todo eso.
21 de septiembre: por fin sol. Cogimos el ferry en Split hasta Stari Grad, en la isla de Hvar. La isla es bonita. Comimos en Hvar, en el restaurante Hanibal, que nos pareció caro. Más tarde visitamos la ciudad, que es pequeñita. Nos gustó más que Korcula, con un ambiente más tranquilo y selecto. Creo que es recomendable quedarse alguna noche y disfrutarla algo más, para compensar el precio del ferry desde Split. Volvimos a Stari Grad por la panorámica y estrecha carretera de la montaña, el paisaje merece la pena.
22 de septiembre: lluvia incesante. Es nuestro último día en Croacia, así que salimos temprano dirección Dubrovnik. Tardamos unas 5 horas, porque la autopista sólo llega hasta cerca de Makarska, el resto hay que hacerlo con calma. El madrugón mereció la pena y pudimos despedirnos de Dubrovnik con un tranquilo y relajado paseo por las estrellas calles de la ciudad bajo el paraguas antes de ir hacia el aeropuerto.
Resumiendo y teniendo en cuenta los comentarios de algunos de vosotros que habéis estado en julio y agosto, parece que hemos visitado países distintos: no hemos sufrido ningún tipo de atascos ni caravanas, ni problemas para coger los ferrys, ni aglomeraciones, ni precios caros. Eso sí, la meteorología nos ha impedido poder disfrutar mucho más de las preciosas playas.
Croacia nos ha dejado una enorme âborrachera visualâ de paisajes costeros e interiores.
Queremos agradecer a Mario toda la información que nos ha proporcionado desde esta magnífica web y que tanto nos ha ayudado a preparar nuestro viaje.