Hemos pasado una semana maravillosa en Croacia con dos escapadas a Montenegro y Bosnia.
Bueno, esto es lo que dió de sí nuestra semana. Vinimos encantados, pues hasta Iberia se portó en el viaje. Así que una visita 100 por 100 recomendable. Sin duda. Si alguien desea más información, que no dude en pedirla. Por cierto, este foro nos vino de película para planificar el viaje. Así que ahora queremos aportar nuestra experiencia para que a otros también les venga bien.
El primer día, de llegada, lo dedicamos a Dubrovnik. Típico paseo por las murallas y el Stradum. Nos alojamos en el Hotel Petka que reservamos a través de Hostelbookers. Está bien situado y nos costó 60 euros noche con desayuno, la habitación doble, mucho más barato que si lo hubiéramos reservado directamente. Cenamos en el Lokanda, por unos 15 euros persona en plena zona turística, y nos encantó. Sublime el Rissotto Nero y la ensalada de pulpo. Alquilamos una furgoneta para seis a través de Carhireairport que nos remitió a HM Rental. Hubo un problema, pues tenía una rueda pinchada, pero por parte de la agencia todo fue seriedad y facilidades. Nos costó 600 euros toda la semana, con ocho plazas y con todo incluído (seguro sin franquicia, bajos, cristales…etc, paso de fronteras). Una gente muy seria.
El segundo visitamos Perast, Kotor y Budva en Montenegro. Tuvimos un episodio un poco peculiar con un “poli” que nos quería poner una multa de 30 euros por no llevar las luces en el centro de Kotor. Pero al final (45 minutos después) se resolvió aunque todo fue un poco raro. Esas tres ciudades son estupendas, así como el paisaje desde lo alto de Kotor por una carretera imposible y serpenteante, y la subida (dura) a la fortaleza de Kotor. Cenamos pescado dentro del casco histórico de Budva a un precio más que aceptable (unos 15 euros por persona) éso sí siempre con vino de la casa, pues los otros son muy caros (30-40 euros la botella)
El tercero fuimos a Mostar. Comimos cevapcici (una especie de salchichitas de carne picada) en un sitio lleno de gente de allí por 4 euros persona. Un poco cutre pero muy típico. La zona del puente, magníficamente reconstruído, es extraordinaria. El resto, parques convertidos en cementerios, balazos en las fachadas todavía visibles y numerosos edificios derruídos, es un poco sobrecogedor, pero interesante. Volvimos a la carretera de la costa (está claro que la raya continua no les dice nada a los conductores croatas) hasta Trogir, donde nos alojamos magníficamente en la cercana isla de Ciovo en los Apartment Logos , en casa de Josepa, un encanto de mujer que nos atendió de maravilla, nos fue a buscar al puerto y nos puso un desayuno memorable bajo una parra por la que se colaba el sol de la mañana. Trogir es un sitio estupendo y cenamos muy bien en el Marija.
El cuarto día salimos de Trogir camino de Sibenik donde dimos una vuelta. Es un sitio agradable pero en comparación con lo visto en días anteriores no colmó nuestras expectativas. Fuimos al parque nacional de Kkra, que visitamos en algo más de tres horas (comida incluída en el buffet del parque). Es muy interesante y se puede ir en barco desde Skradin.
Ya por la tarde seguimos para alojarnos en las inmediaciones de los lagos de Plivitce, en Drezni Grad (Apartmani Helena). Un apartamento amplio, cómodo y limpio de 3 habitaciones, que reservamos a través de Booking. Nos costó 130 euros más 5 euros por el desayuno que nos subió la propietaria, que nos explicó magníficamente cómo hacer la visita al Parque.
Del Parque poco que decir que no esté en la página oficial. Es realmente alucinante. Hicimos el recorrido “C” en cuatro horas y no parábamos de sorprendernos al ir encontrando constantemente nuevas cascadas. Impresionante. Uno de los sitios más bonitos que hemos visitado y, además, magnífico con los colores del otoño ya avanzado. Además, comimos estupendamente en el restaurante de la entrada 1 del mismo parque, unos asados “a la campana” para chuparse los dedos, a un precio más que asequible, pese a estar en un punto superturístico.
íse mismo día llegamos hasta Zadar, ciudad muy agradable. Dormimos en Villa Marina, reservada a través de Booking. Podía ser estupendo pero está viejo, falto de mantenimiento y pintura. Le sobran adornos “kisch” le falta limpieza y los propietarios son un poco raritos.
De vuelta hacia Dubrovnik paramos en Split, con su magnífico casco de Diocleciano que tiene hasta un espléndido mercado de pescado que los de Vigo apreciamos de forma especial. Después cogimos un ferry a la isla de Brac y de allí a Makarska, también en ferry. Llegamos a las cinco de la tarde y nos dimos un homenaje gastronómico en el Riva. Una pasada que nos costó 28 euros por persona, todo un exceso para Croacia, pero muy bien, a base de pescado superfresco. Los ñoquis, también muy buenos.Después de dar un paseo por este pueblo turístico y muy agradable, volvimos a la carretera que va hacia el sur, este día especialmente peligrosa, parecía que todos los conductores se habían vuelto locos y jugaban a adelantar en las curvas y en sitios sin visibilidad. En nuestra furgoneta no se durmió nadie, pues íbamos todos en tensión.
Llegamos a Zaton Mali, a 7 kms de Dubrovnik y nos alejamos en Casa Tereza, totalmente encima del mar. Sitio apacible donde los haya. Pasamos dos noches por 40 euros cada una y nos preparamos nosotros el desayuno que tomamos en la terraza junto a la bahía, pues cuenta con varias cocinas en el bajo, una para cada habitación. Resultó bárbaro.
Visitamos Ston y la isla de Korcula, otra visita realmente recomendable y volvimos a darnos una vuelta por Dubrovnik.
El último día yo me día un baño a las ocho de la mañana, de ésos que recordaré durante mucho tiempo. El agua a temperatura ideal en un entorno impresionante.
Nosotros lo llevábamos todo reservado. Estoy de acuerdo en que no es necesario pero siendo 6 personas, nos ahorramos una preocupación y a algunos sitios llegamos bastante tarde. Por Booking puedes cambiar de idea, sin cargos, hasta dos días antes y éso nos dió tranquilidad. En House Tereza negociamos directamente con los propietarios por email y quedamos en 45 euros noche/habitación. Cuando fuimos a pagar nos dijeron que se habían confundido y que en octubre eran 40. Superhonrados. No podemos más que decir cosas buenas de los croatas, siempre amables, tratando de entendernos y, si podían, nos hablaban en español, aunque con inglés no tienes problema. En suma, todo estupendo.
SPLIT-STARI GRAD (ISLA HVAR)
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