FICHA TíCNICA
· Viaje de 10 noches y 11 días a Croacia, visitando la parte sur y centro del país.
· Fechas: primera quincena de septiembre de 2008.
· Vuelos: Clickair (Valencia-Dubrovnik)
· Alojamientos: reservados desde España a través de Booking
· Dubrovnik: apartamentos Villa Katarina. Tucepi: Hotel Villa Andrea.
· Transporte: transporte público en ciudades y coche de alquiler en Rentalcars para recorrer el país (contratado desde España).
El pasado mes de septiembre, mi pareja y yo, pasamos nuestras vacaciones en Croacia. Lo primero que me gustaría apuntar es lo mucho que nos sirvió esta página web y este foro a la hora de informarnos sobre todo lo que allí nos podíamos encontrar. Por ello, nosotros también hemos querido participar, porque después de la experiencia que hemos vivido allí, son muchos los consejos que podemos aportar a los futuros viajeros que decidan ir a ese maravilloso país.
Desde luego, es un viaje que recomendamos al 100% a todo el mundo que esté pensando dónde ir de vacaciones. Es un país muy completo donde puedes disfrutar de ciudades entrañables, de playas paradisíacas, preciosas islas, y sobre todo, sus gentes, sencillas, amables y serviciales.
Salida Valencia-Dubrovnik:
Volamos con Clickair. Un lujo de vuelo, el más tranquilo que he tenido en toda mi vida. Y puntual a más no poder. Llegamos a Dubrovnik a las 23:30. El aeropuerto es tan pequeño que es imposible perderse allí, y a la salida hay indicaciones con las diversas formas de llegar a la ciudad: taxi o autobús. Nosotros cambiamos unos pocos euros en el mismo aeropuerto âsi puedes evitarlo, mejor, porque la comisión es elevada- y decidimos coger el autobús (aunque también puede pagase en euros -5â¬-). Nos deja en la entrada de la ciudad antigua, la puerta de Pile, y allí cogemos un autobús de línea (8Hrk el billete) que nos lleva hasta Lapad, donde se encuentra nuestro primer alojamiento (Villa Katarina, Petra SvaÄiÄa. 091 529 4749. http://www.villakatarina-dubrovnik.com). Aunque vuestro vuelo llegue tarde, es probable que todavía estéis a tiempo de poder usar el transporte público, ya que los autobuses circulan hasta medianoche.
Día 1: Dubrovnik Old Town.
El primer día, como toma de contacto con la ciudad decidimos visitar la ciudad antigua. Maravilloso el casco antiguo. Es espectacular la muralla y pasear por las calles adoquinadas un encanto. Eso sí, hay muchísimas escaleras, y los adoquines resbalan, así que recomendamos ir con un calzado cómodo, y a ser posible con una suela de goma que no se deslice fácilmente. La ciudad es pequeña, así que en una mañana se ve. Entramos en el Museo âWar Photo Limitedâ (30Hrk). Vale la pena verlo. Las fotografías son una pasada. Dramáticas, por supuesto, y muy buenas. Es un buen lugar donde disfrutar tranquilamente de las obras, y también donde recuperarse del sofocante calor (tuvimos una media de 30º, y eso que fue la primera quincena de septiembre). En el museo hay wi-fi abierto.
Comimos en la pizzería âMea Culpaâ. Recomendable, las pizzas buenísimas y gigantes. Nosotros pedimos una para compartir y nos quedamos saciados. Pizza, dos bebidas y capuchino: 90Hrk. Eso sí, sólo sirven pizzas. Ni ensaladas, ni pasta, sólo pizza.
Después de comer decidimos subir la muralla. Las vistas de la ciudad desde arriba son preciosas. Nadie se lo puede perder. En un par de horas se hace el recorrido.
A las 7 es buena hora para volver hacia el apartamento, comprar algo en el supermercado (Kerum o Konzum, son bastante famosos), cenar y a dormir. Ha sido un día agotador y mañana madrugamos muchísimoâ¦
Día 2: Excursión a Mostar.
Teníamos mucha ilusión por ir a Mostar. Nos apetecía conocer algo de Bosnia, y nos habían hablado muy bien de esta ciudad. Como, de momento, no tenemos coche de alquiler, decidimos ir con la agencia âAtlasâ. Nuestra experiencia nos lleva a recomendar esta excursión por cuenta propia. Con Atlas el madrugón que te pegas es impresionante (a las 6 de la mañana nos levantamos, porque a las 7â15 nos recogía el autobús). Durante el trayecto se hacen dos paradas, además del rato que estás en la frontera, y la vuelta está planificada para llegar a Dubrovnik sobre las 6 de la tarde. En definitiva, imaginad, pasamos 6 ó 7 horas en bus, y sólo 3 en Mostar!!! Una locura. Te hacen un recorrido super rápido por la ciudad, y sólo ves la parte Musulmana.
A parte de esto, desde luego la visita vale la pena. Entrando con el autobús ya puedes observar que esta ciudad todavía conserva muchísimas huellas de la reciente guerra. Las fachadas de los edificios están marcadas con agujeros de misiles y muchos están todavía por reconstruir. Es sobrecogedor. Pasando con el autobús vimos en medio de la ciudad, como si fuera un parque más, un cementerio donde yacen los restos de las víctimas del conflicto. Y la parte musulmana es preciosa. La vista del puente que une las dos partes de la ciudad es una maravilla. Y bueno, aunque no nos gustó mucho la excursión que prepara Atlas, lo cierto es que nuestro guía fue muy bueno. Nos explicó muchos detalles y curiosidades de la ciudad, y fue muy interesante. Eso sí, todo en inglés (aunque también hay algunos días señalados en los que es posible contar con un guía en español)â¦
Nada más comer, cogemos el autobús y volvemos a Dubrovnik. Aprovechamos esa tarde para dar una vuelta por Lapad. Disfrutamos de una magnífica puesta de sol y del buen ambiente que hay en esta zona de la ciudad.
Día 3: Isla de Miljet.
Para los amantes de la naturaleza, Miljet es una isla excepcional. Nos gustó mucho pasar el día allí, aunque después de leer otros posts, parece que no es el mejor del país.
Para los que decidan ir a pasar un día a la isla de Miljet, recomendamos ropa cómoda, calzado deportivo y llevar picnic. Allí hay un par de sitios donde comer, pero es preferible llevar algo y comer en una de las calas que rodean el lago. Si sois varios, mientras unos sacan las entradas para el parque nacional (90Hrk), el resto podéis caminar unos metros por el puerto en dirección opuesta a la entrada al parque para comprar unos burek en una pequeña pekarna.
Como transporte hasta la isla, recomendamos el Nonna Anna (100Hrk). Es un barco que todos los días hace la ruta Dubrovnik-Miljet y es bastante más económico que otros ferrys. Es recomendable acudir con un poco de antelación porque creo recordar que sólo hay uno al día y sale por la mañana temprano desde el puerto de Lapad. Lo mejor de Miljet es darse un baño en el precioso lago, visitar el Monasterio Benedictino y alquilar una bici (30Hrk) para dar una vuelta. En definitiva, pasar un día disfrutando de la naturaleza.
Por la noche fuimos a cenar y a dar un paseo a la ciudad antigua. Precioso Dubrovnik de noche. Y es que el encanto de esta ciudad es interminable⦠Eso sí, decidimos darnos un homenaje con la cena, pero no acertamos el lugar. Fuimos al restaurante Jadran y además de no recibir un buen trato, la comida no es para tanto y los precios son carísimos. Se aprovechan por ser un sitio muy bonito en pleno centro de la Old Town, pero nada más (400 Hrk, un sablazo, visto lo vistoâ¦)
Día 4: Ston y Mali Ston.
Este día cogimos el coche de alquiler (Fiat Punto diesel de Rentalcars) y fuimos a visitar el pueblo de Ston. Es pequeñito y no tiene para ver más que la impresionante muralla que conserva. Pero, como casi todos los pueblos de Croacia, es muy acogedor. Las vistas desde la muralla son bonitas. En cuanto a Mali Ston, es una auténtica aldea de pescadores. Para el que se lo pueda permitir, lo más típico allí son las ostras y hay dos o tres restaurantes con muy buena pinta donde seguro que se comerán unas ostras y un marisco espectacular.
Así que cogimos el coche y nos adentramos en la península de Peljesac. De pasada nos encontramos con el restaurante Bella Vista y paramos a comer. Totalmente recomendable!!! Casi de obligado cumplimiento. Comimos mejillones, pescaditos fritos y un arroz de langostinos buenísimo⦠El precio: 200 Hrk!!!! Genial!!! La anécdota que nos ocurrió allí es que en la terraza andan merodeando decenas de avispas⦠al final tuvimos que pedir que nos cambiaran la mesa al interior, porque cada vez que nos sacaban un plato acudían todas al ataque⦠Por lo demás, un 10 para el Bella Vista (aparece en la Lonely Planet).
Luego bajamos a tomar un baño a la playa que hay justo bajando la bahía del restaurante. Es de arena, pero no estaba muy limpiaâ¦
Día 5: Korcula (en el trayecto de Dubrovnik a Tucepi, Riviera de Makarska)
En Tucepi habíamos reservado nuestro siguiente alojamiento: Hotel Villa Andrea. Nos dio pena dejar Dubrovnik y el precioso apartamento, pero íbamos con la ilusión de seguir disfrutando de un viaje maravilloso.
De camino hacia Tuí§epi, pasamos el día en Korcula. Condujimos por toda la península de Peljesak hasta Orebic, desde donde tomamos el ferry hasta Korcula (24 Hrk) y visitamos el casco antiguo (ojo con las vistas desde el ferry cuando os aproximéis que son espectaculares). La isla es preciosa, pero se ve muy rápido, porque es pequeñita. Ese día llevábamos comida de picnic y comimos en unas rocas al lado del mar. Nada más comer, decidimos volver a Orebic y quedarnos por allí en alguna playa. Acertamos!!! Pasamos la tarde en una playa preciosa, de gravilla, prácticamente solos, con agua transparente, en definitiva, una maravilla.
Tras el descanso, cruzamos a la otra parte de la estrecha península para tomar el ferry Trpanj-Ploce (85Hrk, vehículo y dos adultos) continuamos nuestro camino hasta Tucepi. El Hotel Villa Andrea es muy familiar, limpio y acogedor. Sin embargo, Tucepi quizá no fue el lugar idóneo donde alojarnos. Estaba relativamente lejos de Split y Trogir, y es un lugar muy turístico, comparable a Gandía, Cullera o pueblos similares de costa, muy masificados en época estival.
Día 6: Split y Solin
Nos vamos dirección a Split para pasar el día visitando la ciudad. Desde Makarska hasta Split el trayecto en coche lleva un par de horas. El Palacio de Diocleciano es majestuoso. Vale la pena ir, pasear por sus calles y disfrutar de la visita al palacio del emperador romano, donde hoy en día vive la gente normal y corriente. A la entrada de una de las puertas hay una escultura de Gregorio de Nin. Se dice que frotar el dedo pulgar del enorme pie trae buena suerte.
En Split nos dimos el lujo de comer en una konoba, donde disfrutamos de unos tallarines con frutos de mar y la típica ensalada de pulpo. Muy rico todo. (Kod Joze, recomendada en la Lonely Planet. 170Hrk).
Después de comer, dimos un paseo por el puerto y degustamos otra delicia de Croacia: los helados.
Por la tarde, decidimos coger de nuevo el coche y acercarnos a Solin, ya que está muy cerca de Split y nos apetecía ver los restos arqueológicos romanos más importantes del país. Para amantes de la arqueología. Pueden verse los cimientos de una antigua ciudad romana en la ladera de una montaña. Curioso.
Día 7: Isla de Brac.
Los viajes a algunas de las islas en Croacia se encarecen un poco a causa de los ferrys. Sobre todo, si se viaja con coche como nosotros. Entramos a la isla por Sumartin (ferry desde Makarska, para dos adultos y un vehículo, 200Hrk) Pero por supuesto, vale la pena hacer el esfuerzo y disfrutar de esos parajes naturales rodeados de un mar impresionante.
Si sólo tienes la intención de pasar un día en la isla, aconsejamos ir directamente a la playa de Bol, el llamado cuerno de oro. Porque recorrer toda la isla en un solo día es una locura⦠Nosotros lo intentamos y acabas pasando todo el día metido en el coche, y en realidad las ciudades no tienen mucho para ver. Las carreteras allí están fatal y tardas muchísimo en recorrer 50 kilómetros⦠o 20 km.
Por cierto!!! A la entrada de la playa de Bol hay un parking en el que hay que pagar!!! Así que si vas para pasar el día allí perfecto, pero nosotros que estuvimos sólo media hora⦠no vale la pena (25 Hrk, estés el tiempo que estés).
Día 8: Trogir.
Trogir es una ciudad antigua amurallada preciosa. Está muy bien conservada y muy limpia. Imprescindible. Es más pequeña que Split y Dubrovnik, pero tiene mucho encanto. En una mañana la vimos y después de comer, decidimos volver al hotel parando en algún castillo de la ruta llamada âKastelaâ. Tampoco tienen mucho para ver, pero es curiosa la historia de las familias nobles que residían en ellos hace siglos.
Acabamos la tarde en la playa de Brela. Toda de gravilla, como la mayoría de las playas de allí. Un sitio muy turístico, pero está bien para pasar un rato en la playa.
Día 9: Isla de Hvar.
Cogimos el ferry desde Drvenic (ferry desde Makarska, para dos adultos y un vehículo, 120Hrk). Aprovecho este momento para detenerme un poco en el tema de los ferrys. Hay muy buenas combinaciones y horarios, aunque es importante saber en qué parte de la isla nos deja, porque recorrer toda la isla en coche hasta Hvar para ir a pasar sólo unas horas y tener que volver de nuevo a Sucuraj es una paliza que impide disfrutar de la isla. Condujimos 1 hora y media para llegar a la ciudad de Hvar por una carretera estrecha y revirada. Nuestra recomendación es hacer noche en Hvar o bien tomar el ferry desde Split directamente hasta Stari Grad.
Allí lo más típico es la lavanda, así que es el lugar idóneo donde comprar algún detallito aromático.
Tuvimos bastantes problemas para encontrar una playa. Quizá no íbamos por el lugar correcto, pero me sorprendía no encontrar una playa si estábamos en una isla!!! Jejejeje!!! Fue desesperante⦠Cuando lográbamos ver el mar, siempre nos separaba de él un impresionante terraplén por el que era imposible bajar. Al final, conseguimos pasar la tarde en la playa de Milna.
Día 10: Parque Nacional de Krka y tarde en Sibenik.
Desde Tucepi condujimos por la carretera de la costa hasta el enlace con la A1, autopista de peaje que discurre por el interior y que interesa coger cuando se viaja a Sibenik o más al norte.
La organización del Parque es genial (la entrada básica, que permite ver el salto de agua más espectacular, cuesta 70 Hrk). Hay sitio de sobra para dejar el coche, y después pasan autobuses que llevan a los visitantes hasta el comienzo del sendero. En dos horas se recorre de sobra. Las cascadas son preciosas!!! Cuando nos cansamos de hacer fotos nos salimos, comimos unas pizzas que habíamos comprado en un horno, al salir del hotel, y decidimos aprovechar lo que nos quedaba de día visitando Sibenik.
La ciudad nos encantó. Se nota que es la menos turística de todas las que habíamos visto y se respira un ambiente más auténtico. Vale la pena visitar la catedral. También está bien dar un paseo por las pequeñas calles que rodean la catedral y tomar por allí un helado (los precios son bastante más económicos que en otros lugares del país).
Esa noche disfrutamos de una cena dálmata en el restaurante del hotel, con mandolina incluida!!! Lo cierto es que no había mucho ambiente, pero fue original.
Día 11: De vuelta a casa.
Y ya, con las maletas hechas, volvimos a pasar nuestro último día en la maravillosa Dubrovnik. Paseamos por la ciudad antigua e hicimos las últimas compras. Volvimos a comer en el âMea Culpaâ y fue el único día que llovió. Pero fue un chaparrón impresionante!!! Aprovechamos para comprar algunos souvenirs en las tiendas de Aqua.
De ahí, al aeropuerto. Se acabó lo buenoâ¦
A TENER EN CUENTA:
– Septiembre resulta un buen mes para viajar a Croacia. Todavía hace muy buen tiempo y no hay masificaciones.
– Nuestra âbibliaâ fue la guía âlonely planetâ, aunque no acierta al 100% con los restaurantes.
– Calzado deportivo para visitar los parques nacionales.
– Cambio de divisas. Siempre mejor en un banco. El horario es amplio y suele haber sucursales en los núcleos turísticos.
– El bañador, las chanclas y la toalla, siempre con vosotros.
– Si tienes previsto viajar en ferry con vehículo, acude con cierta antelación y sitúa el coche lo primero en la cola.